domingo, 9 de septiembre de 2007

El cine y sus entrañables animalitos

Ya desde sus inicios, el cine de terror siempre ha sido proclive en apadrinar entrañables animalitos para inquietar al respetable, ya fueran más grandes, más simpáticos o más peligrosos.
Así, y si nos remontamos a los albores de la cinematrografía clásica, podemos toparnos con algunos de los primeros que fueron tomados como ejemplos para asustar al espectador, encontrando en este período a personajes que, si bien no fueron propiamente bichos, sí conservan alguna relación directa con ellos, como por ejemplo Dracula (el vampiro en sí), los hombres lobo o algún que otro muerto viviente (los gusanos con los que se hallaban criando malvas), entre otros.
De entre todos ellos, cineastas especializados en el género como Tod Browning o Jacques Tourneur, escogieron a algunos para que protagonizasen sus films, dejando así títulos como "I walked with a zombie" ("Yo anduve con un zombie"), "Dracula" o "Mark of the vampire" ("La marca del vampiro").
Si bien ellos eran algunos de los que mejor se defendían dentro del género, cabría mentar a dos mitos de la epoca como Bela Lugosi o Boris Karloff, el primero principal exponente de todos los ejemplos vampíricos de la epoca, así como protagonista absoluto de la primera película que trató propiamente el tema de los muertos vivientes ("White zombie"), y el segundo más bien unido a figuras como las de Frankenstein o La momia.

Más adelante, en la década de los 50, surgieron cintas que sí tenían una mayor relación con el uso del bicherío para acumular pavor tras las pantallas de cine, apareciendo así piezas como "Tarantula" de Jack Arnold, "The abominable snowman" ("El abominable hombre de las nieves") de Val Guest, "Beast from haunted cave" ("La bestia de la cueva maldita") de Monte Hellman e, incluso, "Godzilla" de Ishirô Honda, sobre el famosísimo monstruo de las costas japonesas.

Tras la inclusión de monstruitos de lo más variopintos, salieron a luz obras que buscaban un enfoque que se alejase de la serie B, como la reconocidísima "The birds" ("Los pájaros") de Alfred Hitchcock o, bastante más adelante, otras obras como "Jaws" ("Tiburón") de Steven Spielberg, que si bien se alejaban del aire desenfadado y entrañable que poseían otras cintas con menos pretensiones, sabían generar el desasosiego necesario ofreciendo momentos de magnífico cine que pasarían a la historia por sus meritos.

Jaws, una de las mejores de Spielberg e inexplicablemente infravalorada

En la década de los 80, y tras explotar la Hammer el filón de esta colección de temibles personajes con alguna relación con determinados animales, aparecieron una serie de cintas que marcarían una generación, y que presentaban una nueva vertiente que se dividía entre bichos venidos del espacio o monstruitos que, debido a sus características, podían tornarse de lo más peligrosos, dejando sagas como "Gremlins" de Joe Dante, "Critters" de Stephen Herek o "Ghoulies" de Luca Bercovici en los máximos exponentes que, sin lugar a dudas, dejarían huella en una generación que ha tenido el placer de seguirlos durante muchos años.
También cabría destacar, la vuelta del lobo u hombre lobo durante esa misma década, con trabajos tales como "The hollowing" ("Aullidos") de Joe Dante (que se erigiría uno de los pesos pesados de la época en cuanto a terror variopinto, dejando alguna otra peli como "Piranha" -"Piraña"-), "An american werewolf in London" ("Un hombre lobo americano en Londres") de John Landis que, hasta hace poco y gracias a la serie "Masters of horror", no ha vuelto a uno de los géneros que le vió nacer, "The company of wolves" ("En compañía de lobos") de Neil Jordan o "Cujo" de Lewis Teague.

Critters, Gremlins y Ghoulies, bicherío suficiente para enganchar a toda una generación

Eso sí, tras citar a los pequeños Critters provinientes del espacio exterior, sería casi un crimen no citar la excelente "Alien" de Ridley Scott, que conocería hasta cuatro secuelas, siendo las más destacables "Aliens" de James Cameron y "Alien 3" de David Fincher, así como también sería algo criminal olvidar a ciertos realizadores tales como Roger Corman (con su "The wasp woman" -"La mujer avispa"-), John Carpenter (destacando "The thing" -"La cosa"- o la infravalorada "John Carpenter's Vampires" -"Vampiros de John Carpenter"-) e, incluso, otros dedicados al tema del muerto viviente como George Romero (cuya saga iniciada con "Night of the living dead" -"La noche de los muertos vivientes"- reivindicaría la aparición de un nuevo zombie, uno que se alimentaba de carne), Sam Raimi (gracias a su divertida trilogía de "The Evil dead" -"Posesión infernal"-) o, incluso, a nivel nacional Amando de Ossorio y su trilogía sobre los Templarios.

En cambio, con la llegada de una nueva era, y debido a la aparición del terror teen, entre otros, casi se habían olvidado ya de los animales que nos vieron crecer, y sólo han surgido ejemplos muy pobres como la "Anaconda" de Lluis Llosa o cosas por el estilo que, además de no aportar demasiado, aun empantanan más el terreno.
Aun y así, y como todo termina volviendo a su cauce, es la interesantísima "Isolation", de origen inglés, la que me obliga a rememorar todas esas viejas cintas donde los bichos tenían su especial aportación, fuesen del espacio exterior, fuesen mitológicos o se encontrasen entre los bosques de cualquier país europeo.

Entre bichos anda el juego: Sean Harris, uno de los protas, hizo de bicho/deforme en "Creep"

En ella, las principales causantes del mal son las vacas, aunque para no asustar a nadie, diré que no tiene absolutamente nada que ver con ese film llamado "Black sheep" ("Ovejas asesinas") donde las ovejas empezaban a comer intestinos por doquier, y las vacas no enloquecen alimentándose de restos humanos. Aquí la cosa es muy distinta, y como estamos en era de nuevas tecnologías, pues todo proviene de la manipulación genética, que nos deja tras tanta experimentación, unos pequeños híbridos que traerán de cabeza a nuestros protagonistas.
La cinta en cuestión, rescata algunas de las cualidades que lanzaron "Alien" de Scott a la fama, y aunque no muestre nada nuevo, como mínimo ofrece una interesante revisión donde el monstruito no es el principal artífice de los quebraderos de cabeza del grupo afectado, sino algunos de ellos mismos son los que propician la desintegración del mismo debido a ciertas consecuencias.

No mentiré, "Isolation" es un trabajo que, prácticamente, carece de acción alguna, es decir, todo lo que en ella es mostrado, se resuelve como una eficaz presentación de personajes, un rápido abordaje al tema principal y ciertas secuencias de conseguida tensión que pueden recordar a multitud de ejercicios de este mismo tipo, siendo la realización de Billy O'Brien uno de los principales ejes que convierte "Isolation" en algo verdaderamente sugestivo, puesto que transforma un guión no demasiado original y donde solamente sobresalen sus guiños cinéfilos, en algo que va más allá, que posee una notable y potente dirección y que incluye ciertas virtudes que pueden hacer de este un ejemplo de terror bien llevado y culminado, aunque puede que más de uno termine aburrido esperando llegar a un campo de mayor acción que la película, afortunadamente, nunca llega a abordar.
Pero, bajo mi opinión, no hay nada malo en ello, pues esta cinta constituye un buen ejemplo que disemina las reacciones humanas ante un problema de tal calado y, finalmente, otorga una resolución mínimamente digna donde, se agradece por lo menos, que el protagonista de la película no sea estrictamente el monstruito de marras, pero que sus apariciones sean curiosas y no esté envuelto de un halo de autoindestructibilidad y sea más vulnerable de lo normal.
Una de esas que el terror necesita de tanto en tanto, con menos alardes en ciertos campos, pero bien resueltos en otros.

5 comentarios:

Korvec dijo...

No puedo creer, que no te hayas acordado de mencionar las múltiples "explotations" italianas de Tiburón como "Tintorera".

Sombra dijo...

Muy intenresante artículo Grandine.

kiri dijo...

que grande, pero como ya te dije que te dejaste La Mosca y Slugs xD

Rizzo dijo...

Citaría alguna película más que se ha citado pero seguro que el amigo Grandine me saldría con algo de que habla del cine de bichos raros o de terror británico o algo así, y por eso anda y que se tire a freír esparragos el maldito.

Grandine dijo...

rizzo, ya te tengo dicho que, aunque tu salgas en algunas pelis, yo busco bichos de verdad, nada de bichejos manchegos de baja alcurnia xD