viernes, 28 de septiembre de 2007

Enchufados

El enchufe, ese invento tan bonito y funcional, cuyo nombre ha sido manipulado y empleado para mentar a todos aquellos que, a la larga, y gracias a un bonito apellido, han logrado salir a la palestra.
La lista es larga, y si empezamos por la zona alta, podemos encontrar nombres tan significativos como los de Douglas, Cassavetes o Poitier. El primero, Kirk, uno de esos grandes actores que hizo mella, trabajó con los mejores (Kubrick, Wilder, Premminger, etc..) y marcó una época, el segundo reconocido realizador norteamericano y el último uno de los mejores actores negros de todos los tiempos. Tras ellos, una generación que ha ido apareciendo año tras año, desde el ya veterano Michael Douglas, que nunca ha llegado a ser una sombra de lo que fue su padre, hasta la recientemente aparecida Sydney Tamiia Poitier, sin olvidar, claro está, al irregular Cassavetes Jr. (AKA John Cassavetes) que nunca ha sabido darle un cauce adecuado a su carrera, o a Zoe R. Cassavetes, debutante en la realización este mismo año.
Tampoco habría que olvidar en este apartado, al mítico Charles Chaplin cuya descendencia (Geraldine Chaplin, en este caso) ha resultado tener una carrera mucho más infructuosa que él, puesto que su hija sólo se ha dedicado a desarrollar su rol de actriz y nunca se ha atrevido con la realización.

"El gran humorista", Charles Chaplin

Si nos acercamos a epocas más venideras, podríamos observar como el caso ya no ha afectado sólo a las relaciones padre-hijo, y todo ello se ha extendido también a los hermanos/hermanas, como podría ser un buen ejemplo el de Matt Dillon, cuyo hermano (Kevin Dillon) ha terminado también ante las pantallas cinematográficas, el de Ralph Fiennes, que también ha dejado el rastro de su hermano (Joseph Fiennes) tras él, o Alec Baldwin, que junto a Daniel Baldwin, Stephen Baldwin y William Baldwin se erige como uno de los ejemplos más significativos.

¿Existirá una máquina para clonar Baldwin's? (de izq. a der.)
Alec Baldwin - William Badlwin - Stephen Baldwin - Daniel Baldwin

Luego estaría el caso de esos enchufes del todo infructuosos, y no por la calidad del producto en la que se inmiscuía el enchufado, sino por la calidad interpretativa en si misma. Quizá algunos de los ejemplos mentados arriba serían buena muestra de ello, pero los casos más visibles podrían ser los de Angelina Jolie (hija de John Voight y actriz cuyos logros no han ido demasiado lejos a día de hoy) o Ben Affleck (actor que, ya de por sí limitado, además ha dejado tras de sí a su hermano, Casey Affleck, que todavía da para menos).
La cuestión, quizá, sería remontarse a uno de los mejores artesanos de toda la historia del cine, a ese director que ha creado encumbrados films como "The godfather" ("El padrino") o "Apocalypse now", para darse cuenta de que aquí se hallan los ejemplos más improductivos de todos.

Coppola, enchufes a domicilio

Allá por los años 80, Nicolas Kim Coppola (AKA Nicolas Cage que, según dice, cambió su apellido para que nadie le viese como un enchufado) realizó varias películas con el tito Francis Ford que le reportaron fama, logrando a continuación unos cuantos papeles buenos más y terminando en un bucle de material ínfimo que parece no tener fin. Décadas después, en los albores del nuevo milenio, apareció la hija pequeña de la familia que, en un intento por resultar lo más moderna y cool posible, realizó dos films como "The virgin suicides" ("Las vírgenes suicidas") o "Lost in translation", erigiéndose así con una legión de fans y siendo subvencionada por papi Coppola. En último lugar, y el más sorprendente de todos los casos, ha sido el de Roman Coppola (hijo también de Francis Ford) que, lejos de intentar con trucos vacuos y desprovistos de calidez alguna levantar su cine, lo hizo realizando aquello que más gusta a los cinéfilos: Homenajear.

Algunos de los momentos más curiosos de "CQ" que destapan las intenciones de esta película

Así pues, y si nos sumergimos en "CQ", el primer largometraje de Roman Coppola, podemos identificar rápidamente dos fuentes de las que bebe con total claridad: La primera, ese pequeño tributo a la "nouvelle vague" francesa ergido gracias a su personaje principal, su pequeña cámara y ese blanco y negro que tanto nos recuerda a los trabajos de Truffaut, entre otros (incluso, si observamos algunas de las imágenes de "CQ", podemos ver directos homenajes a este realizador francés, como uno al cartel de "Domicile conjugal" -"Domicilio conyugal"), la segunda, a toda esa ristra de cine setentero de lo más kitsch, minimalista y curioso que adornaba las propuestas de sci-fi más interesantes del momento, todo ello introducido en el material fílmico que rueda el protagonista de la cinta, dejando momentos para el recuerdo.
Puede que el trabajo de Roman Coppola no sea más que eso, una ofrenda a todo aquello que le marcó durante su juventud, pues tampoco posee un guión excesivamente rebuscado e, hilando fino, podría decirse que su trama base no tiene demasiado jugo, pero ahí reside quizá una de sus principales armas, ya que aprovechando esa misma situación que genera la idea inicial (un montador que pasa, casualmente, a ser realizador sin comerlo ni beberlo) decide homenajear de modo general todos esos ámbitos relacionados con la cinematografía que deberían considerarse más puramente importantes, y es donde logra la simpatía y, en parte, el calado.

Roman Coppola, artífice de la propuesta

Contar con un plantel donde hallamos actores como Gerard Depardieu o Giancarlo Giannini, y acompañarlo de promesas como Jeremy Davies (el protagonista) o Jason Schwartzmann (otro que proviene del clan Coppola) no es más que otro rotundo acierto, debido a que unos ofrecen la compostura y la experiencia y otros intentan desatar su carácter, empezar a buscar un camino por el que arrancar en esto de la interpretación, logrando así un contrapeso suficientemente inteligente como para que todo encaje a la perfección.
La lograda fotografía de la que hace uso en ocasiones, las peculiares piezas musicales que acompañan este ejercicio y el uso de unos decorados logradísimos, sólo vienen a reforzar esta sugestiva cinta que agradará a todos aquellos que sepan identificarse con este arte y a los más curiosos que gusten de nuevos retos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vivan Sofia Coppola y Nicolas Cage!!!

Rizzo dijo...

Disiento de una cosa que has dicho. Nicholas Kim no está enchufado, todo lo contrario, los que están enchufados son los demás Coppola gracias a él. Ni Francis Ford ni nada.

En cuanto a "CQ", debo decir que esa película es una.................................................................................................................................................................................................................................................................... película que no me gusto demasiado.